lunes, 9 de noviembre de 2009

Se cumplen 20 años y...?

Puntos suspensivos, tiempo: testigo mudo de una promesa no cumplida. 20 años hace ya de la caída de un muro, de un muro de vergüenza, pero cuantos más hace falta que tiremos para detener la decadencia, para detener entre nosotros la guerra, la sin razón, las diferencias y los retrasos que como humanidad tenemos. 20 años ya que los bloques de hormigón fueron derribados, pero los martillos no han derrumbado de nuestra mente la indiferencia y la envidia que permea entre nosotros. 20 años de desencanto, 20 años de mayor decadencia, vemos con rabia que la prosperidad prometida sólo fue para unos cuantos, que el camino de la democracia y la libertad quedaron sembradas en la mentira política, promesas que quedaran para después, para un quizá o para un tal vez...

El principio esperanza eterno, sin rostro humano, y cada vez más enfermo. Ríos de sangre, testigos y anhelos mudos, que hoy a 20 años de la caída del muro vuelven a nosotros como ese fantasma que recorre Europa, que recorre Occidente, que nos une en la frustración , que nos enseña que el arte de fuga, queda como lección de vida, más no como modo de la misma. 2o años después y el testigo humano aún queda huerfano de Pater, viviendo en el Phatos de una humanidad cada vez más contaminada y huerfana de sentido.

El adonde ir se manifiesta como pregunta por demás funesta, triste y nostálgica. ¿que proponer? Tirar los muros que hoy mentalmente nos separan, sólo así existirá algo que celebrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario