Se me escapa de las manos
Impotente, inútil, incapaz-de-articular-palabras-coherentes, cobarde, insensible, inútil. Estas palabras me definen a la perfección. ¿Qué me ha pasado? Ha llegado un momento que temía y que, en toda relación humana, es inevitable, porque una vida sin momentos difíciles no es una vida. Y simplemente estoy bloqueado. Hace no mucho no hubiera podido quedarme callado, hubiera soltado todo lo que tengo dentro, me hubiera desvivido por conseguir una sonrisa. Y probablemente lo hubiera conseguido. ¿Por qué no puedo hablar? ¿Por qué tengo tanto miedo? ¿Qué importa si me responden otro "si, seguro", otro "no me importa nada" y demás? He soportado cosas peores, puedo hacerlo. No puedo esconderme más. Me esconda o no, voy a sufrir igualmente, porque una vida sin sufrimiento tampoco es una vida. Y, escondiéndome, escudándome en mi pasado dolor, lo único que voy a conseguir es perderle.
Y sabe Dios o quien quiera que vigile a la triste raza humana en su triste existencia que lo último que yo quiero es perderme, que lo primero que yo quiero es verme reir como a veces me vi, iluminando mi rostro con mi sonrisa. Pero al hablar, sólo escucho silencio. Decadencia 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario